La inteligencia interpersonal se refiere a la capacidad de comprender y manejar las emociones de los demás, así como a la capacidad de comunicarse y relacionarse efectivamente con los demás.
Para ti, que eres emprendedor, esta inteligencia es esencial para establecer relaciones sólidas con los clientes, proveedores, socios, todos a tu alrededor y como resultado, mejorar la calidad del servicio.
Ahora, enfocándonos en los clientes, porque la idea es aumentar las ventas: ellos esperan ser tratados con respeto y amabilidad.
Lo que tú debes saber hacer incluso en las situaciones donde ves que se asoma ese cliente tóxico con el que todos alguna vez han tenido que lidiar. Las habilidades que te contaremos en este artículo te permitirán identificarlos a lo lejos.
Además, entender cómo comunicarte con otros, incluso, más allá de generar conexiones de calidad, puede evitarte conflictos.
Tres habilidades que son básicas e indispensables, que tienes que desarrollar ayer para mejorar tus relaciones son:
La empatía
La empatía es la intención de comprender el estado emocional del otro, es la experiencia de entender la condición de la otra persona desde su perspectiva.
Sí, ya habrás escuchado la expresión «ponerse en los zapatos del otro». De eso se trata.
Y la empatía es la base de cualquier transacción exitosa, eso incluya la tuya con tu cliente, por supuesto.
Ya en otro artículo te hablamos sobre cómo definir el cliente ideal y esta es la forma más pura de la empatía. Porque debes crear un perfil donde te pones en sus zapatos, definiendo cada aspecto de la vida de esta persona en cuanto a tu servicio o producto: por qué prefirió comprarte a ti, qué problema o situación tenía en su vida antes de comprarte, etc.
Pero, ¿cómo funciona la empatía una vez el cliente está frente a ti?
Te contaremos las características de una persona empática para que lo pongas en práctica con tus próximos clientes:
1. Capacidad de escucha activa: las personas empáticas son buenas para escuchar con atención lo que los otros tienen para decir. En otras palabras: haz silencio y escucha con atención.
2. Miran al otro: suelen mantener contacto visual mientras hablan.
3. Prestan atención a los detalles: son buenos para detectar cómo se sienten las otras personas mediante señales no verbales, como expresiones faciales, tono de voz, gestos, miradas, etc.
4. Son muy atentos: siempre tratan de ayudar a aquellos que los necesiten tanto como pueden.
5. Son tolerantes: son capaces de aceptar y respetar los sentimientos y emociones de los demás, aunque no los compartan.
6. Son intuitivos: por lo general, estas personas pueden percibir que algo te pasa sin que se los digas.
Los emprendedores con falta de empatía suelen ser:
- Muy críticos con sus clientes, acusan a los demás de ser demasiado sensibles. Te explicaremos un ejemplo real y común de esto: un emprendedor que vende productos coloca el precio en la imagen y cuando el cliente lo pide en comentarios no le responden o le responden de forma grosera señalando que allí está el precio. ¿Qué ganan con eso? ¿No es más fácil decirle el precio de forma amable?
- Les cuesta admitir que se equivocaron y no se ponen en los zapatos del otro aunque hayan pasado por la misma situación.
Estas actitudes pueden hacer que el cliente huya porque se rompe la relación o de plano, nunca se va a construir.
Ponte siempre en su lugar.
La responsabilidad afectiva
La responsabilidad afectiva tiene que ver con una plena consciencia de las decisiones que tomamos en relación con otros y su posible afectación, de manera positiva o negativa, en ellos.
Por lo tanto, la capacidad de comunicar de forma asertiva, tanto de las necesidades y deseos propios, como de escuchar los de las otras personas, hacen parte de ser responsables afectivamente.
No eres responsable en la relación con el cliente cuando estás incumpliendo los acuerdos establecidos, te saltas los límites o rompes la comunicación.
Te dejamos algunas recomendaciones para que puedas desarrollar esta habilidad con tus clientes:
1. Construye una comunicación clara y honesta: establece los acuerdos y los canales por donde te comunicarás con el cliente, este es el primer paso para expresarte con responsabilidad.
2. Asimila las consecuencias de tus actos: parece algo obvio, pero no lo es. Muchas veces no somos del todo conscientes de que nuestras decisiones o acciones pueden afectar a nuestros clientes.
3. Traza límites: los límites en las relaciones con tus clientes son fundamentales para establecer una relación afectiva, sana y de reciprocidad.
4. Valida al otro: el ejercicio de la validación es también central cuando buscamos ser responsables a nivel afectivo. Impedir que el cliente se exprese o no validar sus emociones son acciones que deben evitarse para evitar conflictos.
Si comienzas a desarrollar responsabilidad afectiva, construirás una relación con tu cliente duradera. Sí, los vas a fidelizar, emprendedor.
La autoestima
La autoestima es el conjunto de percepciones, valoraciones y apreciaciones que tienes con respecto a ti mismo.
Suena raro que trabajar en tu autoestima va a mejorar la relación con tu cliente y esto sucede porque la inseguridad te hará dudar de ti y esa es la proyección que tu cliente va a recibir.
¿Cómo puedes trabajar en tu autoestima para proyectar la imagen correcta?
- Evita la comparación: entender que cada quien hace lo que puede con las herramientas que tiene.
- Sé realista: respecto a las metas propuestas (que sean alcanzables y a corto y mediano plazo es mejor), pero también a los defectos y virtudes (no agrandarlos ni minimizarlos).
- Haz las paces: con el pasado y los errores cometidos, con los daños recibidos o con lo perdido. Es indispensable dejar ir para poder vivir en el presente.
- Defiende lo propio: no ceder a las peticiones ajenas que contradigan lo que deseamos o queremos, ni renunciar a lo que buscamos por intentar recibir aprobación ajena. La propia es la más importante.
Si tienes una autoestima alta vas a proyectar seguridad con todos tus clientes y esto te permitirá crear una relación sin necesidad de suponer o sobrepensar.
Además, tendrás el control absoluto de cada transacción porque la seguridad trae consigo la confianza. Y entenderás que la confianza es una pieza fundamental en cualquier venta.
Antes de irnos queremos contarte que en el pódcast Aprender para emprender hicimos un episodio contándote nuestra experiencia al desarrollar la inteligencia interpersonal para tratar con los clientes.
¡Seguro que también te ayudará mucho en este tema! Te invitamos a verlo ahora: